viernes, 25 de julio de 2008

Tuercebotas viejunos

Queridas almas fumboleras, ávidas de carnaza podrida, deseosas de carroña con nombre y apellidos, foto y club de procedencia... Aquí estoy de nuevo, ante el clamor popular, 373 días después de mi última contribución al blog. Vuelvo para recordar tres nombres que trabajaron duro a principios de los noventa en la construcción de los cimientos de lo que más tarde sería conocido como... la Liga de las estrellas.

1. Michel Boerembach (Burgos)
Cañonero holandés que nos deleitaba con sus misiles siempre alejados del objetivo. Foto encontrada, después de mucho esfuerzo, en "El Blog del Burgos" (http://bcf1922.blogspot.com/), donde su creador aportaba el siguiente comentario del greñitas:

"¿Quién no se acuerda de aquel rubio holandés que tiraba las faltas con igual o más potencia que Tintín Koeman?Me acuerdo de estar sentado abajo en el Fondo Sur antes de empezar un partido de aquella fatídica 92/93 y ver cómo sin querer Boerebach le pegó un tremendo balonazo a un chaval que andaba despistado."


2. Zsolt Limperger (Burgos, Celta)
Centrocampista defensivo húngaro. Características básicas: cara de asco, barriga cervecera, nomeolvides bañado en plata en muñeca derecha. De nuevo, el buen ojo de la secretaría técnica del Burgos reclutó a otro diamante en bruto para el deleite del aficionado ibérico. Posteriormente, fue el Celta quien decidió dar una absurda continuidad al ricitos en nuestro fúmbol.
Fuente: "Yo jugué en el Celta" (http://yojugueenelcelta.blogspot.com/). Su autor aporta datos escalofriantes:
"El Celta había invertido 13 millones de pesetas en su fichaje, y 13 fueron los minutos que duró sobre el terreno de juego en el derby ante el Coruña antes de lesionarse. Se rompió el tendón de aquiles en una acción fortuita que le impidió regresar a los terrenos de juego durante esa temporada. Mala suerte para el Celta y por supuesto, para el damnificado jugador"



3. Pablo Bengoechea (Sevilla)
Sin dudas, el mejor de los tres jugadores de esta entrada. He decidido ponerlo porque ayer, mientras un trago de cerveza Duff descendía garganta abajo, su nombre surgió espontánea e inesperadamente, después de años y años en el olvido, para júbilo y jolgorio de los presentes.
Bengoechea, "El profe", al menos hasta hace unos años (no sé si lo seguirá siendo), jugador extranjero con más partidos jugados con la camiseta del Sevilla, con 135. De Mul se ha quedado con la cifra, ojito...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Limperger tenía clase. Al menos se le suponía. Era internacional sub21 por su país. Pero era de una indolencia muy difícil de soportar en las aluminosas gradas de El Plantío. El muy rural presidente del Real Burgos que le trajo, Martínez Laredo, le presentó a los medios como Lindenberger. Le debía sonar el nombre porque el que fuera portero de Austria de por entonces se apellidaba así. Limperger hizó recordar a otro gran reservón de delicadas articulaciones y supuesto pedigrí que pululó con más pena que gloria por el fútbol español y que también se le vio en Burgos por primera vez: Drago Cakic.


De Boerenbach (ah.. aquel año que vinieron Theo Vonk y Bert Jacobs a netherlandizar la liga española...) sólo se le recuerdan sus pepinazos desde 40 metros. Este parece que vino a neardentalizarla.

(Venía buscando otra cosa y he caído aquí y me ha hecho gracia ver esto. Un saludo desde Burgos: esa localidad donde duran tanto los clubes).

Anónimo dijo...

Thanks :)
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